Frente a los egoísmos de todos los tipos, las tiranías del mercado disquero radial y en contra de aquellos que niegan que la salsa transita y habita viva en la memoria popular, en los cuerpos proscritos por su color, olor y movimiento, y de otros que no reconocen las huellas de músicos, liricas y orquestas en las calles de la ciudad, decidimos reivindicar Nuestra Cosa Latina… Ese mundo inagotable de lo que somos, a pesar de las nostalgias, los odios y los dioses.
Esa es Nuestra Cosa Latina. Una vuelta a los caminos que la música salsa ha recorrido y recorre como parte de una ciudad y los barrios que la hicieron su hija y madre a la vez. Porque antes de que la salsa se convirtiera en una cosa de sabios, mercadotecnia y colecciones eternas, la salsa es y fue el cuento de El Niche y sus dilemas con las mujeres negritas y blanquitas; la salsa es y fue la acción de un tal señor Pabón y su Protesta musical; fue el canto enamorado en ingles a Sunny. También es y fue la salsa la historia de muchos hombres y mujeres que caminando las empolvadas calles de la urbe agresiva, ahorraban su centavos para tener la canción de su gusto y poder beberse otros centavos a la espera de que sus vidas no fueran tan aburridas y liberarse del trabajo, la discriminación, la pobreza, el mal de amores o festejar de felicidad por la vida que nos tocó.
Esa es Nuestra Cosa Latina. Devolver a la salsa la esquina donde ella hizo el amor y jugó dominó de seguidilla; lanzarla a la calle donde conoció a los amigos, los vecinos y los amores eternos o de media noche; llevarla a la plaza, al parque donde ella se vuelve movimiento y rescata su fuerza cuando la memoria musical nos libera de todos aquellos dolores o los hace una fiesta de la vida alegre. Insistir y pelear porque la salsa sea y continúe siendo un sentimiento popular, rebasa cualquier monopolio de las emisoras, las disqueras, los sabiondos y las modas musicales que pretenden hacer creer que todo tiene su final.
Nuestra Cosa Latina quiere ser la continuidad u otra parte de la historia. Somos rumberos, salseros, bohemios, gozadores de la música salsa. Somos aún novatos, aprendices de los legados y dioses que esta música tiene por brindarnos. Somos un grupo de amigos que el destino inventado por tambores, trombones, orishas y alabaos de los confines de la salsa, nos colocó en este lugar y hemos decidido disfrutarlo con todo el buen gusto y placer que el sentimiento popular nos dicte. Un sentimiento que hace del cuerpo y su carne un bastión en el cual la música cuando suena deja cicatrices de toda índole y nos permite vivir. Un sentimiento en el cual la música salsa dice todo aquello que la conciencia, los políticos, los académicos y cualquier persona jamas podrá decir.
Eso es la salsa, eso es Nuestra Cosa Latina. No se trata de ritmos, armonías o pentagramas que nos digan quién sabe más sobre la salsa. No se trata de crear una cofradía o secta que dice, como un dios, quiénes son los elegidos para el goce de la rumba. Somos una pasión descarriada que ha decidido gozarse y vivir la salsa desde el espacio público y con todos y todas aquellas que quieran llegar al parque y volverse cómplices de este desenfreno y de este sentimiento que nos aqueja y queremos compartirles.
Eso es Nuestra Cosa Latina... Solamente eso
Julio C Rubio G
Julio C Rubio G
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